miércoles, 20 de noviembre de 2013

historia del akita

Historia del Akita
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En Odate,  prefectura de Akita, se encuentra un museo dedicado a la raza. Se tiene constancia de la aparición del Akita como raza pura hace más de 3000 años, cuando comienza a aparecer en cuadros y pinturas, grabados, estatuillas y otros documentos donde reproducen perros de la típica figura con la que coincide hoy en día.
Es el perro de mayor tamaño entre las siete razas japonesas puras declaradas monumento nacional por el Ministerio de Educación Nipón.
El Akita, antiguamente, fue tomando el nombre de acuerdo a la función que desempeñaba: Matagi-inu (perro de cacería), Kurae-inu (perro de guerra), Odate-inu (perro de la providencia). Actualmente recibe su nombre de la prefectura de Akita, una región situada en el extremo septentrional de la isla de Honshu, en Japón.
La historia del Akita se remonta en las zonas montañosas, el Matagui-Inu acompañaba y secundaba al hombre en la caza del oso y jabalí. Así el  Akita comenzó a desarrollar su inquebrantable resistencia de temperamento cómo también la parte de destreza física propia de una adaptación natural al medio silvestre, característica inusuales en otras razas domésticas.  Al pasar los años y los siglos el Akita dejó de ser un perro de campesinos y cazadores montañeses (principios de 1616-1868), fué así que se convirtió en uno de guardia y pasó a ser exclusivo de la nobleza.
El señor del castillo de Odate era devoto de la lucha de perros. Es por ello que los perros de lucha se volvieron populares, y la demanda de perros grandes y más fuertes se incrementó durante 1890
La popularidad de estas peleas, sobre todo en las zonas rurales, incrementó el peligro de extinción del Akita como raza pura, debido a que se buscaban perros más agresivos y de mayor tamaño. En 1908 se prohibieron las peleas de perros y así comenzó un movimiento a favor de la preservación de la raza tanto por parte de profesores y gente ilustrada.
Fue gracias al Señor Shigeie Izumi, alcalde de Odate que organizó en 1927 el Akita-Inu Hozonkai (Akiho), con el objetivo de preservar el Akita-Inu original. Esta organización se vio favorecida por el estudio del profesor Watase sobre el Akita. Dicho estudio proponía que el Akita fuese declarado monumento nacional y que se restaurara la raza

En la designación como Monumento Natural Nacional en julio de 1931, el “Perro de Akita” era así nombrado por primera vez como perro japonés. El nombre fue cambiado de “perro de Odate” a “perro de Akita” y nueve ejemplares fueron los designados. Los esfuerzos para purificar el Akita fueron hechos en los años 30, especialmente en Odate.

El perro de Akita ganó fama repentina el 4 de octubre de 1932, cuando en el periódico de Asahi fue divulgada la fidelidad de Hachiko (ver leyenda), y la reputación de los Akita se volvió bien conocida en Japón.
El Akita estuvo al borde de la extinción en varias oportunidades, en 1899, en 1924 Japón sufrió una terrible epidemia de rabia y, a causa de esto, muchos perros que vagabundeaban por las calles, incluidos los Akitas, fueron sacrificados; también lo estuvo por los efectos dela Segunda GuerraMundial sobre la población, como la falta de alimentos y productos de primera necesidad. El mantenimiento de los perros pasó a un segundo plano y se confeccionaron abrigos con la piel de los perros y su carne pasó a convertirse en fuente de alimento. Por esta razón muchos Akitas fueron cazados, capturados y matados. La policía pidió la captura e incautación de todos los perros con excepción de los pastores alemanes, que fueron utilizados como perros militares. Para salvaguardarlos de todo esto, algunos Akitas fueron llevados a regiones muy recónditas dónde los agricultores fingían que los usaban para guardia. Otros fueron cruzados con los pastores alemanes, dándoles nombres extranjeros del pastor alemán típicos de aquella época.
Desde el período de reconstrucción después de la guerra, llegaron a ser pupulares dos líneas de crianza importantes, el Ichinoseki y el Dewa. La línea Dewa fue la que  se volvió más popular en todo Japón y también entre las fuerzas americanas. Esto llevó a  una gran popularidad del Akita. Algunas hembras habían sido cruzadas con pastores alemanes y vendidas a los soldados estadounidenses. Así fue introducido a Estados Unidos y el Akita “norteamericano” (más robusto y pesado) el cual se difundió rápidamente.
La línea Dewa comenzó a declinar en renombre después de los años 50. Principalmente por  la influencia de la crianza mezclada en esta línea.
En contrapartida la línea Ichinoseki comenzaba a demostrar la mejora cualitativa. Se considera a “Goromaru como el perro más importante del proceso de la restauración y todavía pueden encontrarse sus marcas especiales en perros actuales. Alrededor de 1960 el Akita comenzó a ser popular nuevamente.
Amediados de los años 70 los Akitas con Urajiro (Pelo blancuzco a los lados del hocico, en las mejillas, debajo de la mandíbula y en el cuello, en el pecho, abdomen, debajo de la cola y en la parte interna de las piernas) comenzaron a aumentar en número.
Esta purificación de los Akitas en Japón collevó a las diferencias entre el Akita en Japón y los Estados Unidos a pesar del mismo origen.
Es por eso que  el  31 de diciembre de 1999la F.C.I. divide la raza: el Akita Inu (Akita japonés), integrante del Grupo 5 y el Gran Perro Japonés (Akita norteamericano), ubicándolo en el Grupo 2.
Además de las cualidades físicas del Akita también nos encontramos con las cualidades internas y que hacen que sea una raza noble y muy representativas de la cultura japonesa en las que se  incluyen “soboku-kan” (una expresión de la simplicidad o elegancia), “shibumi-kan-i” (espíritu, vigor) y “ryousei” (temperamento y carácter excelentes); y sus características son “goki” (fuertes y heroicas), “chinkaku” (calma, compostura), “soboku-sa” (simplicidad sencillez), “igen” (dignidad, majestad) e “inkaku” (tolerancia). “Los ojos tienen energía”, “los ojos valen mil piezas de oro”, “los ojos revelan la sabiduría del corazón.
Akita Inu
Nombres alternativos
Akita Ken (秋田犬)
Japanese Akita
País de origen
Akita o Akita Inu (秋田 ), literalmente traducido como perro de akita, es una raza de perro originaria deJapón, llamado así por la prefectura de Akita, donde se cree que tuvo su origen. De vez en cuando se le llama Akita-ken. En sus orígenes fue un perro de caza mayor y durante generaciones fue usado por los guerreros del Japón como perro de defensa y ataque. También fue usado para cazar osos. Es un perro fácil de entrenar y de un carácter muy equilibrado. Cariñoso y protector con la familia, desconfiado con los extraños, aunque no atacará por capricho. Es un perro poco ladrador y de aspecto majestuoso. Se le considera una raza aparte del Akita Americano.
En España está considerada como una raza potencialmente peligrosa de perros por Real Decreto, por lo que para su posesión se debe obtener la Licencia para tenencia de perros potencialmente peligrosos y registrarlo en el Registro Municipal de animales potencialmente peligrosos correspondiente. Una de las cosas que se exige para obtener esta licencia es poseer un seguro de responsabilidad civil a terceros.
Índice
  
Importancia
En la actualidad; el Akita es considerado el perro nacional de Japón y en 1931 fue designado Monumento Nacional. El Akita Inu (Perro Akita) es el más alto de los perros japoneses y a través de los años este perro ha sido, perro de pelea, símbolo de riqueza y prestigio (poseer un Akita era un honor sólo permitido a la nobleza), símbolo y talismán de buena suerte (tanto que una estatuilla del Akita se da cuando nace un bebe o cuando alguien se enferma).
Apariencia.
Un Akita blanco y su cachorro.
La apariencia del Akita Inu es la de un perro mediano pero de constitución fuerte, equilibrado y capaz de realizar la labor de un perro grande. Es un poco más largo que alto, tiene el pecho ancho y profundo, y el lomo nivelado. Su movimiento debe ser flexible y poderoso. Su pelaje puede tener cuatro colores: rojo, sésamo, atigrado o blanco puro.
Y el tamaño de su cráneo viene a ser proporcional al de su cuerpo. La frente y el cuello es grueso y musculoso. Las orejas son relativamente pequeñas, triangulares y paradas, preferidas si son inclinadas hacia adelante. La nariz es generalmente de color negro y los labios son de color negro, aunque la lengua generalmente es rosada.
Los ojos son pequeños,a veces distantes entre sí, casi triangulares, de color café. Posee un dorso recto y firme, con una región renal amplia y musculosa. Tiene el tórax profundo, costillas arqueadas y abdomen perfectamente levantado. Las extremidades anteriores y posteriores deben estar bien desarrolladas y ser fuertes para poder desenvolverse bien en todas las actividades. Los pies son macizos, redondos y bien cerrados, sus uñas son duras. Tiene patas palmípedas como los gatos y es un excelente nadador. La cola es de implantación alta, gruesa y llevada vigorosamente enroscada sobre el lomo. El pelo que cubre la cola es más largo que el que recubre el resto del cuerpo. El pelaje, doble y grueso, es áspero y corto. La capa interna es de pelo grueso y suave. Las variedades de color son rojo, atigrado y blanco. Todos los colores (excepto el blanco) deben tener «urajiro» (pelo blancuzco a los lados del hocico, en las mejillas, debajo de la mandíbula y en el cuello, en el pecho, abdomen, debajo de la cola y en la parte interna de las patas). Normalmente mide de 64 a 71 cm de alto. Las hembras llegan a pesar de 30 a 49 kg, y los machos de 34 a 53 kg.
La reconstrucción actual para volver al tipo japonés, toma como base ejemplares de la línea ichinoseski, utilizando además, Spitz japoneses para recuperar características propias del antiguo akita.
Temperamento
El Akita tiene un carácter reservado y silencioso, permanecerá impasible en situaciones irritantes, de poca importancia. En la relación con otros perros tomará el papel dominante, no buscará enfrentamiento a no ser que haya sido retado anteriormente. Debe acostumbrársele, desde cachorro, a la relación con todo tipo de perros y otros animales que vayan a convivir con él, para así, conseguir de nuestro Akita un perro totalmente socializado.
Con relación a sus dueños será cariñoso, leal y protector. Tendrá un carácter amistoso con las personas en general a no ser que demuestren malas intenciones.
Es una raza que no ladra a no ser que tenga una buena razón, cuando un Akita ladra hay que prestarle atención.
En el carácter del Akita toma especial importancia su instinto protector hacia la familia y sus pertenencias.
Está dotado de un temperamento tranquilo y equilibrado, es un perro que soportará las travesuras de los niños con enorme paciencia, es más, se encuentra especialmente a gusto en compañía de los más pequeños, de los que llegará a ser inseparable y los defenderá y protegerá de cualquier intruso ya sea persona o animal incluso con su vida.
Los Akita Inu son conocidos como perros fieles y también inteligentes. Pueden vivir felices en apartamentos, siempre y cuando se les dé ejercicio. Necesitan ser socializados desde cachorros. A pesar de que disfrutan del amor y la compañía humana, no son muy felices al estar con otros perros. Los Akita Inu se vuelven excitables al ver a sus dueños, a menudo moviéndose alrededor de ellos.
El Akita Inu tiene una reputación de ser un excelente perro dómestico. Llegan a ser grandes perros de la familia con una formación adecuada y socialización.
Mortalidad
Encuestas en Reino Unido y EE.UU. / Canadá mostraron que los Akitas tienen una longevidad media de unos 10 años, que es similar a otras razas de su tamaño.
En una encuesta del 2004 del Kennel Club del Reino Unido, las causas más comunes de muerte fueron el cáncer (32%) y problemas cardíacos y gastrointestinales (14%), incluyendo hinchazón / torsión (14%). Según una encuesta de salud hecha en 2000-2001 en EE.UU. / Canadá, las causas más comunes de muerte fueron el cáncer (21%), GDV (hinchazón/torsión, 21%), problemas osteomusculares (15,5%) y autoinmunes (7%).
Ejemplares célebres
Hachiko: el akita que en la década del '30, como muestra de lealtad, esperó el regreso de su amo que había fallecido. En Japón en el año 1987 se ha hecho una película llamada "Hachikō Monogatari", basada en la historia real. También hay una adaptación al inglés, con el título "Siempre a tu lado, Hachiko", protagonizada por el célebre actor Richard Gere.
 

La primera muestra de la existencia del Akita Inu la encontramos muchos siglos atrás. Y es que esta raza es una de las más antiguas de Japón y casi del mundo. Encontramos su figura en relieves que datan de más de 2000 años antes de nuestra era. Algo más recientes son los datos más concretos que se tienen de la raza. Entre los siglos XVI y XIX, bajo la era Edo, el Akita era un personaje muy importante dentro la sociedad. De hecho, llegaban a tener sus propios apartamentos y servidores. Sólo la familia imperial y las nobles tenían derecho de poseer estos perros. Además, se dirigían a ellos en un lenguaje especial, utilizado solamente para ellos... De aquí que el Akita posea una majestad y una gran nobleza, además de una inclinación por que le sirvan.
Tiempo más tarde se produjeron cruces de esta raza con molosos y el Akita pasó a formar parte en combates de perros, debido a su coraje legendario. Afortunadamente, unos enamorados de esta magnífica raza consiguieron reencontrar y reconstruir la raza para llegar al estándar que conocemos hoy. Y desde el 1931, ha sido declarado "Patrimonio nacional" en Japón.

Temperamento  y carácter
El Akita es un can que atrae, impresiona y fascina por su físico y por la elegancia que posee... pero antes de adquirir uno hay que conocer bien sus características, pues no es un perro que le convenga a todo el mundo. Por ejemplo, los números de abandono de esta raza son altos y eso puede ser debido a su fuerte carácter dominador. Aunque el aspecto de "oso de peluche" no lo parezca, es un perro con mucho carácter y difícil docilidad.
Pero no todo es carácter dominador lo que tiene el Akita. También es un perro en el que se puede confiar, muy activo, buen perro guardián, tranquilo, fiel,...

Características físicas
Los perros Akita Inu son de talla grande y constitución fuerte y poderosa. Su elegante porte nos trasmite toda la nobleza y señorío que la raza posee. Su  cráneo es proporcional al tamaño del cuerpo. Posee una frente es ancha y un cuello grueso y musculoso, libre de papada.
Presenta una nariz grande de color negro (aunque ésta puede presentar una coloración encarnada en los ejemplares de pelo blanco) y un hocico largo y fuerte, ancho en la base y se estrecha hacia la punta, aunque no es puntiagudo. Sus ojos pequeños, casi de forma triangular, son de color marrón oscuro. También las orejas son pequeñas, gruesas, triangulares y algo redondeadas en las puntas. Están tiesas e inclinadas hacia adelante.
Su cola, de implantación alta, es gruesa y la lleva vigorosamente enroscada sobre la espalda. Su pelaje es en la capa externa liso y duro y en la capa interna fino y abundante.

Características del Akita Inu
 Altura a la cruz: machos 67 cm y hembras 61cm
Peso: unos 35 kg
Capa: roja, pimienta, atigrada y blanca
Promedio de vida: doce años
Carácter: muy digno, independiente y leal
Relación con los niños: buena
Relación con otros perros: dominante, sin exceso
Aptitudes: excelente guardián y excelente cazador
Necesidades del espacio: puede hacer vida de interior pero es indispensable que haga ejercicio. Prefiere el jardín
Alimentación del Akita Inu: de 500 a 600 g. de alimento completo seco
Arreglo: limitado. Nada de baños. Cepillado regular durante la muda
Coste mantenimiento: elevado

Las raíces asiáticas del akita inu le otorgan una ventaja sobre muchos de sus congéneres, la de no sufrir estrés. Aunque esta cualidad no sea el rasgo dominante de su carácter, sí es lo suficientemente rara como para que valga la pena subrayarla; éste es un perro capaz de hacer un viaje en avión de veinte horas entre Japón y España por ejemplo, sin que se sienta lo más mínimamente inquieto o nervioso a la llegada.
De manera general, el akita es dócil y resuelto, noble y al mismo tiempo con una expresión ingenua característica. Su cualidad más notable desde luego es la lealtad.
Como perro nórdico que es, el akita comparte con el husky o el alaskan malamute una afición muy pronunciada por la independencia. Aunque sea obediente, no es nada sumiso. Muy apegado a su dueño y a la familia de éste, es naturalmente desconfiado con los extraños aunque nunca dará muestras de agresividad gratuita. Por lo demás, hay que reconocer que no es nada fácil con los demás perros. Dotado de una fuerza prodigiosa, a menudo intentará imponerse pero pocas veces será el primero en atacar.
La originalidad del akita inu radica, por encima de su carácter, en la sorprendente diversidad de tareas que puede desempeñar. Eso es lo que le distingue de los demás perros nórdicos con los que se le asimila.
En todo caso, se ha de evitar una confusión: el akita no es un perro de trineo. Su peso y sobre todo la angulación muy recta de sus miembros le suponen una dificultad enorme y no le permiten participar en carreras de velocidad, según demostró el doctor Karts, un veterinario que conoce muy bien la raza.
Algunos adiestradores acostumbrados a trabajar con pastores alemanes o dobermanns han probado el akita en materia de defensa. Todos se declaran sorprendidos por el comportamiento “inteligente” de este perro. Pero no se le deben imponer sesiones de entrenamiento muy largas porque las aborrecería.
Por último, hay un punto que llamará la atención de los urbanícolas atraídos por el akita inu; este perro se adapta bastante bien a la vida en el interior de la vivienda sin mas condición que la de darle de diez a veinte de minutos de ejercicio diario haga el tiempo que haga. Como son muchos los perros nórdicos que no soportan ese régimen, el akita inu constituye una excepción en ese plano.


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